Para teñir piel, en primer lugar, hay que limpiar el zapato con el acondicionador para eliminar restos de antiguos tratamientos y abrir el poro de la piel. Se aplica el acondicionador con un trapito, se frota y se eliminan todos los restos antiguos. Nos podemos ayudar con un estropajo de fibra verde gastado, si está muy incrustado. Ojo, no utilizar el estropajo en pieles nuevas o delicadas. En segundo lugar dejamos secar un par de horas y aplicamos una capa muy fina con la esponja aplicador, impregnada con muy poco tinte para que vaya penetrando en la piel. Dejamos secar. Revisamos y aplicamos otra capa muy fina y dejamos secar. Repetimos las veces que sea necesario. La clave está en dar capas muy finas y que se vayan secando según las damos. Una capa gruesa estropea el teñido y hace que la capa se cuartee. Una vez hecho dajar secar 24 horas ante de utilizar.
Si queremos teñir en negro, azul marino y marrón oscuro recomendamos aplicar antes la Tinta Penetrante Tarragó.
Lo podemos utilizar para pintar los cantos de las suelas cuando están descoloridas, utilizando un pincel.